Héctor Barrero
- 3 abr 2020
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Philip-Lorca diCorcia

Nacido en 1951 en Hartford, Connecticut, Philip-Lorca diCorcia asistió a la Escuela del Museo de Bellas Artes de Boston y recibió su MFA de la Universidad de Yale, New Haven, Connecticut, en 1979. La primera exposición individual del artista fue organizada por The Museum of Modern Art, Nueva York, en 1993. Su obra ha sido representada por David Zwirner desde 2007. Esta será su séptima presentación en solitario con la galería.En 2011, Freedman Damiani publicó ELEVEN, una publicación completa con la totalidad de las oncenarrativas fotográficas de la revistaWde diCorcia.La publicación coincidió con una exposición homónima de imágenes selectas de la serie en David Zwirner New York.

Revista W, septiembre de 1997, n.° 5

David Zwirner presenta una exposición de fotografías de Philip-Lorca diCorcia. La exposición presentará imágenes de una serie de once proyectos editoriales que el artista creó para la revista W entre 1997 y 2008, incluidas varias fotografías que nunca antes se habían exhibido.

DiCorcia surgió en la década de 1980 como parte de una generación de fotógrafos que buscaban explorar y desafiar los límites del medio. En las últimas tres décadas, se ha hecho conocido por sus fotografías meticulosamente planificadas y ejecutadas que involucran a una variedad de individuos, incluidos amigos, parientes, desconocidos anónimos, bailarines de barra y estafadores callejeros, entre otros. Organizando a sus sujetos en posiciones y contextos preconcebidos pero aparentemente aleatorios, diCorcia produce imágenes que están lejos de ser instantáneas sinceras, sino que exploran la tensión entre lo casual y lo planteado, lo accidental y lo predestinado. A la vez documental y teatral, su trabajo opera en los intersticios de los hechos y la ficción.

©Philip-Lorca diCorcia B. 1951 HONG KONG impresión cromogénica, empotrada, firmada con lápiz en el reverso, enmarcada, 1996 25 1/4 por 37 1/2 pulg. (64.1 por 95.3 cm.)

En 1997, diCorcia comenzó a viajar por el mundo para producir ensayos fotográficos para la revista W. Representando a sus propios modelos, así como a las personas elegidas en el acto, estas imágenes tejen narraciones ricas y a veces parecen estar muy alejadas del énfasis tradicional de la industria de la moda en la belleza y la armonía de la fórmula. En cambio, implican un delicado equilibrio entre glamour y arena, imaginación e ironía. Fotografiando en Bangkok, El Cairo, La Habana, Los Ángeles, Nueva York, São Paulo y San Petersburgo, diCorcia creó series distintivas llenas de significados ambiguos y connotaciones cargadas a medida que los personajes aparecen y reaparecen en innumerables escenarios.

Mario ©Philip-Lorca diCorcia B. 1978

Aunque las imágenes toman la vida cotidiana como su punto de partida, parece haber una dimensión simbólica en las obras, por lo que trascienden su presentación clara y realista. Como la escritora Mary Gaitskill señala de la serie, “Estas imágenes son muy diferentes en ubicación y en su 'historia' más visible. Lo que comparten es su campo de profundidad, la sensación de que hay una historia mucho más grande y extraña presente en ellos que diCorcia nos ha permitido aprehender tanto como aprehendemos brevemente, a menudo sin saberlo ni preocuparnos, la vida interior de un extraño. o el zumbido de la vida inhumana de la naturaleza. Obviamente, su atención se centra en las estructuras sociales geniales, la individualidad ardiente de la vida humana, pero lo elemental, tal como se expresa físicamente, vislumbrado visualmente pero finalmente incognoscible, está silenciosamente, magníficamente presente en su trabajo ".

Si deseais conocer más en profundidad a este autor, os dejo la interesante entrevista que hizo SABINE HELLER para la revista Purple Magazine en 2011

Y esta fué la a película de Philip-Lorca diCorcia para Dior que contó con el director de fotografía Niels Alpert. Terminal 3 protagonizada por Jessica Joffe, Ingrid Sophie Schram y Eric Monjoin la cual divaga entre el inconfundible modernismo exuberante de un suburbio de Los Ángeles, cuando un ex amante está de vuelta en la ciudad. La hipnótica marcha incesante de unos tacones rompiendo la calma, acecha las calles en un brillante Cadillac '65, con el aspecto desquiciado de una despreciada esposa. Todo un lujo para los sentidos.