Las fotografías eróticas de Claude Fauville tienen poco que ver con lo que comúnmente asociamos con la fotografía de desnudos. Sus impresiones de platino-paladio (que fue inventado en 1873 por William Willis) practican el uso del barroco y lo rococó, y no celebran la desnudez, sino el arte de la exposición femenina con sofisticación. Para realizar esta estrecha conexión con el barroco, el fotógrafo crea un nuevo espacio pictórico, conectado con la fusión del cuerpo y su entorno. La importancia particular de las impresiones de platino-paladio es que su tonalidad y color están más cerca de la pintura y las técnicas gráficas que la fotografía con su precisión y superficie lisa, como también se puede ver en estos trabajos que datan de 1994.
Un común denominador en su obra artística es que las modelos que trabajan habitualmente con él son amigas, mujeres con cuerpo y apariencia definitivamente común. Al mirar sus fotos, uno no tiene solo una impresión. Sus obras son espontáneas y podrían inspirar el calificador de 'Beau Geste' acto noble repleto de gracilidad visual. Es cierto que las posturas son provocativas y, como escribe Guy Mandery, el ex editor de Photo Magazine: "Lo que los distingue de todos los demás, es su sentido del drama. Ciertos momentos me dejaron sin palabras. En el arte de Claude, la inmodestia y la discreción se entremezclan".
Es un artista apasionado, tranquilo y complejo. Al observar todo el cuerpo de su arte, nos sorprende la sorprendente madurez de la expresión de su sensualidad y su erotismo. Nada es simple. Se las arregla para capturar la cara oculta de sus modelos, los placeres que existen entre estos cuerpos que se revelaron ante la lente del fotógrafo.
La galería in focus publicó un segundo libro sobre el trabajo de Claude Fauville en 1996, "La belleza del éxtasis" con textos del Dr. Reinhold Mißelbeck, ex curador de la colección fotográfica del Museo Ludwig, Colonia.
